amigos
Los amigos configuran unas de las realidades secretas de las personas. Uno tienen amigos con los que la apariencia no denota afinidad alguna, amigos muy jóvenes, amigos ancianos. Una docena, no más, de gente variopinta que muestran su cercanía incondicional con una elegancia de raza superior, como venidos de un mundo de ensueño donde suceden las cosas de otra manera. Configuran, ya digo, un entramado particular que de forma real sustenta el mundo en el que nos movemos. Sin los amigos el universo se caería por su peso y eso que llamamos la realidad nos ahogaría sin remedio. Forman un cuerpo místico que tiene su esencia en la relación que va creándose entre unos y otros. Los amigos de los amigos, según el relato de Henry James.
El cristianismo trajo a escena la obligación moral de perdonar a nuestros enemigos. Algo duro e insólito pero sin gran calado. Aquí lo difícil de verdad es perdonar a un amigo. Esa es la cuestión cuando uno va teniendo la edad en que el engaño ha dejado de figurar en el catálogo de posibilidades. Feliz año.
El cristianismo trajo a escena la obligación moral de perdonar a nuestros enemigos. Algo duro e insólito pero sin gran calado. Aquí lo difícil de verdad es perdonar a un amigo. Esa es la cuestión cuando uno va teniendo la edad en que el engaño ha dejado de figurar en el catálogo de posibilidades. Feliz año.