Diario de un editor

26 marzo 2007

La presentación del libro de Quijano ha sido un éxito de tal envergadura, que he sacado la foto de mi casa de Mojacar para no caer en ninguna tentación extraña. Para dejar claro que es antes la vida que la política; que es antes lo legitimo que lo ilegitimo, que dijo Bono antes de meterse el auditorio en el bolsillo. Estvo muy bien Lucas, y entrañables Justino Duque y el alcalde Bolaños. Magistral Juan Vicente Herrera. Ha cogido ya una aire a Pertini o a la reina madre y no creo que le saquen de la presidencia ni aún con un buldoger. Yo encantado. Ese señor se ha ganado su prestigio a pulso. De cualquier forma, a mi el que me gustó de verdad fue Joaquín Leguina que es un caballero a la vieja usanza, distante y cortés hasta que se cita un libro que le guste y entonces se entrega y da gusto verle entregado, tan elegante como preciso. Del libro se habló poco, pero yo creo que es mejor, que los libros encuentran a sus lectores por los conductos secretos por donde transita el tiempo.

Con la foto, vuelvo enseguida a mi lugar lejos de las autopistas de la fama. Se ve la sierra, sierra Cabrera, los dos picos por donde amanece, huelo el mar que está del otro lado, huelo los libros que me están esperando, el azahar de los naranjos, la humedad de los greenes, huelo los guisos de jabalí y los lomos de atún a la plancha. Huelo la vida y me doy cuenta de lo estupendo que estar vivo a cuatro días de salir de viaje a la misma hora de ir a trabar, mirando como la mañana se va abriendo camino de la mancha.

Cuando miro la foto, la presentación del libro cobra su verdaero sentido. La pretensión de un gesto amable en medio de la barbarie a la nos quieren condenar estos pesados.

19 marzo 2007

listos

Uno de los libros mas importantes de esta editorial esta ya listo para entrar en combate. Luego hará lo que quiera, pero ha sido mimado y entrenado para ejercer de buque insignia y uno espera que se comporte como tal.

De momento, y antes de su presentación, los medios de comunicación ya han comenzado a sacarle las tripas, no para ver que tenía dentro sino para intentar asustarlo, domesticarlo y reducirlo a mera actualidad, comida basura para ejecutivos baratos. Los medios tienen las tentación de opinar de todo y reducir las opiniones de los demás a un mero relato de acontecimientos. Justo al contrario de lo obligado. Actúan como si nunca se hubiera escrito " A sangre fría ". De "Un recuerdo de Navidad", ni les cuento. De los medios es preciso recordar de vez en cuando aquella boutade de k. Kraus cuando dijo que los periodistas eran unos señores capaces de tiular la muerte de Cristo como " los sucesos del Golgota".

A este libro de política, cuyo objetivo no es otro que una revindicación de la actividad en medio de los peligros emocionales a los que nos conducen cuatro o cuatrocientos mil histriónicos, pretenden convertirlo en un anecdotario de un político de importancia a los que ellos mismos otorgaron la categoria de honesto para subrrayar que no era peligroso.

Se van a joder. El editor intuye la carrera de sus libros. Este nacido en medio del frío mesetario, tras una joven y coqueta primavera de dos o tres días, tendrá su vida independiente. Saldrá de las madrigueras del poder y volará por encima del coro de los grillos.

El jueves 22 a las siete y media de la tarde en el salón de Actos de Caja España, plaza de fuente dorada, en la ciudad impar se presentará " Vida y Política": una conversación con Jesús Quijano. Está ustedes invitados. Tomaremos un vino estupendo del Marqués de Griñón y un chorizo de Soria en honor de los presentadores: José Bono y Juan José Lucas.

Larga vida para todos.

12 marzo 2007

el mar en invierno

El mar en invierno tiene sol. Las gentes de buena mañana son corteses y no buscan sitio en la playa. Pasean, juegan al fútbol, van en bici. Los bares tienen tiempo y dan vermús con seltz muy frequistos y los taberneros tienen ánimo para glosar las banderillas de pepinillo que son una buena referencia gastronómica de quién se precie. Desde el club marítimo donde nos invitan a comer se ven pasar al lado las grandes velas y las traineras entrenando. En los paseos de vuelta a casa anochece sin prisas, con todos los colores disponibles, mientras las grandes cometas surcan el viento vespertino siempre mas vivo. Luego llega la calma y uno puede decidir entre un guisqui de caballeros o un helado de nostalgia. El mar en invierno tiene también su existencia. Una existencia que te deja atónito, sobre todo por lo que viene a demostrar nuestra torpeza para imaginar posibilidades, variantes, dobleces, riqueza.
Lo malo es que eso mismo nos pasa con las personas.
Es bueno admitir esto cuando a uno le llega el ansia por alejarse de las personas y entregarse al mundo de las cosas.
De los libros, hoy, mejor no hablo.

06 marzo 2007

ritmo

Gerald Brenan," Don Jorgito el ingles", con 17 años viajo 2.500 kilómetros andando por dar una vuelta y treminó en Bosnia. Luego cuando le fue alcanzando la edad y murió su mujer se instaló en la sierra en un pequeño pueblecito andaluz desde donde escribió de nosotros de forma irrepetible. Segundo Santos, al artesano del papel, lo citó el otro día mientras tomabamos una cerveza. Contó que cuando decidió volver de Inglaterra para morir en el sur una periodista le preguntó que es lo primero que haría al llegar a tierra santa. Pipí, contestó el anciano en un alarde de delicadeza.

En la teoría de Segundo, a partir de cierta edad la mentira desaparece de nuestras vidas sin ningun esfuerzo moral y nos vemos en la obligación de convivir con una sinceridad dificilmente soportable para los que nos rodean. A mi lo que mas me gusta ahora- decía- es ir en bici. Montar en bicicleta y subir cuestas e ir hasta Extremadura en bici, parar en los bares del camino y no hacer amistad con nadie. Sentir la libertad desde el sitio mas raro que me hubiera imaginado. El estrello sillín de una bicicleta de montaña.

Se equivocaba, en mi opinión. La precisión , la finura del negocio que diría Cervantes, está en haber descubierto el ritmo desde donde mirar el mundo. La bici da esa posibilidad entre el autobus y el taxi, y nos lleva con nuestro propio esfuerzo por los rincones perdidos de las ciudades, por por las entrañables fronteras entre la ciudad y el campo. Las primeras horas de la mañana del domingo, cuando el mundo duerme las resacas del alcohol social, medio turístico, una bici y un hombre solo llenan el paisaje necesario para seguir viviendo.

En los escritores esto del ritmo también se nota mucho.