Diario de un editor

29 enero 2007

cumpleaños

Pasando cierta edad los cumpleaños suelen ser fechas a evitar o , al menos, a intentar pasar por alto de la mejor manera posible. La gente dice prefiere no reparar mucho en los dígitos que van cayendo, que no necesitan tanta conciencia y que , además, lo importante es como se siente cada cual; de joven naturalmente. Como si ser adulto o viejo no tuviera su encanto ni su reconocimiento.

En mi opinión lo que sucede es que el día señalado en el calendario les impide mirar hacia otro lado y nos recuerda, año tras año, el progresivo alejamiento de lo que debimos ser, de nuestro proyecto vital, de lo que la vida tenía reservado para nosotros y tiramos por la borda como un anillo al aguda. La onomástica nos tira a la cara los restos del naufragio en el que nos hemos convertido, mas que nada por nuestra sinrazón y nuestra falta de carácter en el empeño.

Hay personas, sin embargo, que cuando cumplen años se precen mas a ellos mismos, mas enteros, como si las piezas hubieran encajado y sus logros, o mejor aún su manera de estar en el mundo fuera la adecuada, la que les tenía reservada el destino que ellos se han ido labrando como una vieja viña que parecía remisa a retoñar y luego entrega unos frutos sorprendentes por añejos. Son personas que han llegado a un pacto con el tiempo y viven en él realquiladas, pero serenas.

Hay que felicitarles porque su triunfo es así mismo un poco el nuestro.Representan también lo que hubieramos podido ser nosotros mismos. Nos representan. Son garantes del género. Gente hermosa, señores de su ánimo, a los que hay que allanar el camino, apoyarles en cualquier momento que nos necesiten y alegrarse con ellos de las íntimas cosas de la vida. Forman en el ejército de las cosas posibles frente a la necedad de haber quedado varados en el territorio de los probable.

De todo corazón, felicidades.


Pd.- El libro de Quijano ya está en la imprenta. Tiene fecha de presentación para el 22 de marzo. Finalmente Felipe Gonzalez ha declinado su intervención por asuntos de agenda. Dice su secretaria en un e-mail que ahora trabaja casi mas que de presidente. Vamos a dejar la fiesta en paz.

22 enero 2007

el maestro

Ha muerto mi maestro. De una forma ejemplar y heróica, mimado por los suyos, querido de su familiares, discípulos y amigos, se agotó en 24 horas tras una larga y cruel enfermedad la mejor cabeza que haya conocido. Un sabio gracioso y cercano pocas veces reconocido, sin que nadie notara que el lo tuviera en cuenta.

Diagnosticado de cáncer de pulmón, sin intervención quirúgica posible, declinó el tratamiento de quimioterapia que le ofrecieron y sin irse a Huston a hacer el hostia, cerró la tienda, se retiró a su pequeña habitación, fue dejando de leer y escribir progresivamente pero mantuvo su presencia hasta el último momento. Según me cuentan nadie le oyó una queja, dejó de hablar para manejarse en exclusiva con las sonrisas, fue despidíendose sin aspavientos del mundo que le rodeaba hasta que hizo mutis con el plauso cerrado y unánime de los que tuvimos la suerte de conocerle. Ya se ha dicho pero conviene recordarlo: nosotros cerramos los ojos a los muertos y ellos nos los abren.

A mí me impartió oficialmente una asisgnatura necesaria que entonces se llamaba sistemas sociales y cuidó con delicadeza extrema de que fuera rellenando mis lagunas mas llamativas. Mucha etología, mucha ética fronteriza y mucha filosofía del derecho. No consiguió casi nada pero me hizo disfrutar del conocimiento como yo solo creía que se pudiera disfrutar con el fútbol.

Pero fundamentalmente me enseñó a disgnificar la diferencia. Me mostró la dificultad de ser diferente y la vocación que suele tener la diferencia para convertirse en tragedia. Me mostró como la cotidianidad es el terreno preferido del héroe y como se puede ser un sabio jugando la quiniela con un grupo de alumnos de la universidad de la experiencia. La fraternidad como gran patrimonio y la gratuidad como forma de ejercerla. Frente a los carroñeros del sentido común que cobrán a medio millón sus intervenciones de psicólogos él admitió su paga de emigrante en las docenas de intervenciones públicas en las que dejó atónito a su auditorio y sólo se permitió un chiste en la historia de su actividad docente. Aquel libro que tituló: ¿ Es cristiano ser mujer ?.

Ha muerto Emilio García Estévanez, el maestro. Mi corazón se ocupa ahora en destilar el agradecimiento.

15 enero 2007

lo nuestro

A pocas horas de que Zapatero nos diga quién es en el Congreso, la referencia mas firme que me queda de ETA es la de que esa gente nos impide hablar de lo nuestro. Nuestros viejos mueren sin dignidad en las residencias y las nuevas alas de los hospitales, los emigrantes han comenzado a darse cuenta de que tampoco somos nadie, y las gentes de la calle siguen pensando que a los músicos excelentes que tocan baladas en vez de Mozart les pagan las Cajas de Ahorro de las provincias profundas.

Nuestros viejos se van cerrando la boca para no ingerir mas alimentos, mueren de pena al no recnocer pasado ni futuro, se averguezan de las fiestas que les montan para que bailen los pajaritos y se les acaban las mentiras para explicar la ausencia de sus hijos. Viéndoles se diría que se ha producido un fallo en el sistema del tiempo, que se han cumplido sus sueños y han sido condenados a vivir enternamente.

He pasado el fin de semana por los laberintos de Adriano y la elegancia de Marco Aurelio, intentando oler que había en su vejez, procurando intuir que quisieron en sus horas duras, cuando ya no lograban reconocerse sin la angustia del vértigo. Ni siquiera los emperadores hubieran soportado tanta necedad.

Bernardino Marcos, mi entrañable guía gastronómico, mi amigo, me cuenta que el compañero de habitación de su suegro durante su larga enfermedad navideña se maneja finalmente con dus únicas expresiones: gracias y me cago en Dios. ! Que dureza ! ! Que remisión a las profundidas del ser que pueden resultar inhabitables !

Es lo que mas me jode. Erre que erre. Borrachos de muerte, sin dejarnos hablar de lo nuestro.

09 enero 2007

vuelta al cole

Bueno, ya estoy aquí. Vengo del oscuro mundo de la navidad, patria común de las ausencias, solo habitable cuando se encuentran niños, eternos guardadores del futuro. He leído un cuento infantil maravilloso " El sacapenas"y gracias a él he logrado llegar hasta esta orilla.

Vuelvo a la normalidad que es la casa de los grandes. " Lo único heróico es ser normal ", ya se ha dicho. Me acurruco aquí, en mi rincón, soñando con no viajar, estarme quieto, oler el mundo, ir las mañanas de los domingos al campo y leer cosas de Cervantes. Reniego con los proyectos que tengan que ver con las agencias, quiero vivir con 20 euros semanales para mis gastos y que los bares se busquen la vida entre los que no pueden aguantar la soledad ni el silencio. " Soy un rendido", también se ha dicho.

El libro de Quijano sobre vida y política está terminado. Habita ahora en las grandes praderas del maquetador, después irá a la imprenta y se presentará el 23 de marzo. Todo en orden. A esperar, y ver que pasa. Guarda, como las ballenas, muchas esperanzas en su vientre.

Por lo demás, calma. Una mañana de caramelo bajando por las laderas de Mucientes mientras saltaban liebres y conejos. Sin noticias de las perdices, mis parejas preferidas. Nunca conocí un andar tan garboso. Solo los matrimonios elegantes, que tenían el paseo como arte principal, pudieron llegar tan lejos.