Diario de un editor

31 marzo 2008

cenizas

Leo en la páginas de relleno del periódico que van a llevar las cenizas de alguién a la luna. Crece la leyenda. Tras el socio del Betis que no podía llevar a su padre al Benito Villamarín por que no le dejaban pasar la urna metálica y tuvo que optar por un tetrabrik, me cuenta un amigo que al ir a esparcir los restos calcinados de su padre en el mar de Mallorca hubo un golpe de viento y estuvo quitándose de encima a su progenitor en medio de las carcajadas un poco histéricas ( que menos ) de sus hermanos. Otro amigo me cuenta que vió como el perro de la familia meó a gusto sobre lo que quedaba de su amo y para terminar, de momento, un entrañabale conocido no sabe como decirle a su hermano que quite del medio lo que queda de su madre a la que ha puesto una banda y una foto ampliada porque no logra planchar con semejante barullo de emociones.
¿ Que hay detrás de tanta necedad y tanto lio ?. Para el editor dos cosas. Una evidente y otra hipotética que suele ser la base de cualquier relato que se precie. La evidente es que la iglesia hace mejor estas cosas y hay que dar al cesar lo que es del cesar y dejar de casarse por lo civil, porque los alcaldes suelen ser mas pesados que los parrócos aunque cueste creerlo.
La hipotésis que yo barajo es la de que en esta "ciudad" de adolescentes eternos nadie quiere aceptar que las cosas terminan, que la muerte existe, que hay que dejar hacer su tarea al tiempo, que hay que dejar de viajar porque lo importante es aprender a estarse quieto, que las cremas no quitan las arrugas del alma y que solo el corazón es capaz de mantener la temperatura del alma. Que hay que ser otro para los otros, la gran lección que dice Mario Conde que ha aprendido en la cárcel . ¿ Me entienden ?. Pues agradecido.

24 marzo 2008

ciudades

Uno de los aforismos tradicionales en favor de la urbe es tan conocido como elegante:" el aire de las ciudades os hará libres" que solía ponerse a modo de leyenda en la puerta de algunos burgos. Convendría quizas mantenerlo hoy en la entrada de los pueblos en los que cuelgan galgos de los pinares y si escarbas un poco siguen sonando los mas oscuros ritmos de la guerra civil. Son las ciudades, de verdad, las mejores radiografías de nuestra democracia sana y asentada, silenciosas y fuertes. Tan de verdad que da gusto vivirlas. Ciudades que han recuperado sus ríos, que tienen una piscina cubierta por barrio, que sus autobuses no tardan nunca diez minutos en pasar, que su oferta cultural incluye dos o tres conciertos a la semana y varias exposiciones de las que uno no deja de ver nunca. Ciudadades donde el carril bici va imponiéndose y donde pasear contituye un descubrimiento constante de un entorno en movimiento. Ciuadades así gracias a los socialistas y a la derecha, a la alternancia democrática de la que tan poco se habla. El aire de las ciudades os hará libres, y así ha sido.
Las ciudades tienen su momento, como todo. Tienene sus momentos de crecimiento en los que si las escuchas se siente el rumor del tiempo pasando por sus venas. Momentos para estar atentos, cerrar los ojos y pensar que nos sería tan malo vivir eternamente.
Este viernes presentamos una novela que trata de eso. Del estirón de una ciudad impar a finales de siglo cuando en un doblez del tiempo la modernidad enseñaba sus cartas y el viejo mundo, como siempre pretendía hacer trampas con los naipes. Las ciudades son la gran aventura. El único territorio donde la política adquiere su verdadero sentido.
El editor, incorregible, sueña con que el libro va a ser un éxito.

17 marzo 2008

relaciones sociales

Alguién ha corrido el rumor de que a un amigo mío le van a nombrar ministro. Puede que sea un valor fundado pero como a mi no me ha dicho nada yo , afianzado, me dedico a desmentirlo. De cualquier forma la cosa ha llegado con fuerza hasta el corazón mismo del barrio ( cualquier agrupación humana tiende al barrio ) y un par de íntimos , unos tipos geniales de los que uno se fiaría en el mismísimo infierno, me han planteado abiertament sus pretensiones que no eran otras que las de acompañarme a Madrid en la segura hipóteis de que yo iba de segundo de mi amigo. Tras tres chupitos y cuando llevábamos ya colocados a unos 30 o 40 de nuestro entorno el mas sensato me dijo:

--- Yo de chofer. Ya sabes que estoy boquerón del todo.

El otro, muy entero agregó:

--- Soy un hombre macroeconómico. Tengo las cifras en la cabeza, cuestión de desarrollo, aseguró.

De inmediato, ante las consecuencias del impacto, se fue hacia la barra y vino con una servilleta que me entregó con el debido cumplimiento:

--- Concejalia de Relaciones Sociales ( Puticlubs ) .

Aquello superó todo . Superó los argumentos posteriores, las lágrimas que se nos caían por los carrillos, la economía, todo.El primero intentó descativar la bomba.

---Bueno , ya hablaremos otro día. Ahora dame las llaves del coche y para casa.

--- ¿ A casa ?, preguntó el concejal . ! Pero si estuve ayer! , reclamó indignado.

Fue una de las mejores escenas de mi vida. Algo íntimo, cervantino. Les propongo celebrar juntos el capítulo XXIV del Quijote. ! Los personajes ! , uno de los regalos secretos de la vida.

03 marzo 2008

el debate

El pasado lunes tuve la suerte de ver una orquesta alemana atacando un "todo" Wagner con una mezzo que hace tiempo pasó ya la frontera de las promesas. La orquesta de la radio de Berlín ofreció un sonido redondo, depurado a conciencia, eficaz y solemne que nos permitió adentrarnos en el siempre inquietante y perturbador mundo del músico mas poderoso que quizás haya existido nunca. Unos graves que parecían salido del temblor íntimo de la tierra y unas explosiones de color y fuerza perfectamente controladas hicieron que saliéramos del joven auditorio como recién llegados del corazón de la Europa profunda. Luegos nos fuimos a casa para ver el debate.
La mezcla desde luego fue desafortunada. En vez de una copita de cava y una canapé de salmón que ofrecia como opción el sentido común, allí que fuimos para los hogares invadidos por la actualidad en su versión mas grosera. Me parecíó grosero el candidato y me dió vértigo, como siempre, el presidente. Metidos en el papel que les habían dictado sus perros de presa, no se saltaron el guión ni una sola vez , al menos en la media hora que yo estuve hasta que me venció la modorra esa tan particular nos ataca cuando las cosas suceden sin las ideas. Sin las ideas somos huérfanos de solemnidad. Sin la cultura somos huérfanos del todo.
Hoy no tengo ningún concierto, ni nada. Desamparado, dejado de la mano de Dios, tendré que enfrentarme al debate y claro el día se está poniendo duro desde el principio.
Si me preguntaran les diría eso: que la cultura sirve para afrontar con éxito las ofensas de la vida.