Diario de un editor

28 septiembre 2009

imágenes

Hay quién piensa que las cosas hoy se hacen mediante signos. Por imágenes, para entendernos.
Mediante un gesto nos mostramos favorables a la igualdad, contrarios al machismo, distantes de lo occidental, proclives al multiculturalismo.
Mediante buenas imágenes el mundo girará en la dirección debida y encontrará la derrota que nos llevará a puerto. Nada de sangre, sudor y lagrimas. Grupos de comunicación , amigos. Lo ha dicho Cebrían y punto.
Si por ejemplo ETA no entiende el gesto, el paro y la desgracia niegan la reccesión económica, y no hay manera de parar la verguenza en nuestras costas, es porque la gente no esta a la altura, no entiende de guiños, y su falta de modernidad les inhabilita para este tipo de asuntos.
Quién a hierro mata a hierro muere, zapatero.
Nadie más torpe que el que no ve que está meando fuera del tiesto.

Uno imagina ahora a esas dos pobres criaturas suplicando a una amiga poder entrar en Internet para leer y ver las salvajadas que por minutos se estan diciendo de ellas.
Parace mentira que ni el profesor ni el padre tengan claro la nula diferencia entre público y privado. En su caso, claro.

21 septiembre 2009

volver

San Mateo. 21 de septiembre 2009, San Mateo. El santo de mi padre, la vaquilla en Cuenca, la nostalgia. El hilo que teje la vida.
Leo en una magnífica " biografía" de Londres que los lunes era los días señalados para las ejecuciones públicas y también las jornadas elegidas por las mujeres para beber ginebra. Suficiente. Los lunes tienen ese no se que de desesperanza, de tener que volver, de claudicar y tomar de nuevo el camino del trabajo.
Volver es la peor fatiga del alma. Volver tiene algo de repetición histérica. Volver es, hoy más que nunca, la confirmación de que el viajero poco sabe porqué nunca ha estado realmente en ningún sitio. En el camino de vuelta resuena el tic-tac del tiempo que se acaba. La certeza de que nunca debiamos haber salido del lugar que sabemos como nuestro.
Volver es el destino fatal del que ha vivido.

14 septiembre 2009

viaje en autobus

El editor ha leído a Plá con la pasión de las cosas pequeñas. Años y años. Incluso un libro de don Josep lo tengo prcaticamente de cabecera; " Las horas" un texto necesario que me imagino que estará descatalogado, como casi todo. Me viene a la cabeza porqué Plá tiene una cosita emocionante, discretísima, que se llama así, " Viaje en autobús", y que me resuena estos días por las primeras horas de la mañana.
Poco antes de que se haga definitivamente la luz, sobre las ocho menos veinte en la ciudad impar, tomo un autobus que me deja en la puerta del trabajo. Llego un par de minutos antes a la parada y veo entre unos matorrales la salida de una liebre joven, que da una vueltecita sorprendida y enseguida se esconde, unas cuantas cuidadoras del Hospital Psiquiatrico que se fuman el primer cigarrillo antes de entrar a lo suyo, unos chicos callados que van para el instituto y una mujer elegantísima, todo silencio y arte, como la procesiones andaluzas, que imagino yo trabaja en alguna caja de ahorros que es lo propio.
A mí, con todo, me tiene en un sinvivir la liebre pequeña. Un animal así, en medio de la ciudad, en los márgenes de los permitido, una vida frágil, que asombra cada día por su presencia, por lo que tiene de milagroso vivir una jornada más, en medio de tantos peligros. Los animales a veces nos traen noticias de nosotros mismos. Nos dicen lo que somos. Nos cuentan cosas del otro lado. Viendo la liebre el otro día, me emocioné de seguir vivo.
Ya les contaré más si la sigo viendo.