23 noviembre 2020

LA AUTORIA

Si tuviera que elegir un escritor de  cabecera, seguramente elegiría a Plá. Me resulta especialmente cercano su civismo, su edad (siempre fue mayor), su torpeza manual, su facilidad para los adjetivos, su ritmo, su capacidad de observación, su olor a viejo, mezclado con el de alguna colonia cara. Su alejamiento de la transcendencia. No siente  interés alguno por el fondo de las cosas. La piel es su territorio.

El mejor Plá, es el del Mediterráneo. Los pescados, los colores, a las gentes, los cafés de Estambul, la pasión funeraria de Sicilia. La vida en la calle. 

Acabo de leer un reciente volumen de Destino (Las ciudades del mar), en el que este acercamiento tan de mi agrado, cobra su máxima expresión. Un libro para tener cerca en invierno, cuando dudemos que volverán a florecer los almendros, y llegarán las brisas de abril, y el sol de mayo.

Plá tenía serias dificultades con el alcohol, y con frecuencia perdía pie en su equilibrio psicológico, según cuentan sus biógrafos. Era de carácter hosco, misógino, con un trato difícil y distante. Una naturaleza seguramente contrariada. 

¿De dónde sacaba entonces su mirada piadosa, que tanto me serena? Para el editor, el misterio de la autoría supone, además, un plus de peligrosidad. Un dolor de cabeza, a veces, insoportable.  


2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

El cuaderno gris es otra de las obras emblemáticas de Pla, un libro que como la sencillez de las minúsculas llega al corazón de la literatura.

18:51  
Anonymous Anónimo said...

Claro que la sencillez de las minúsculas se complementa muy bien con la elegancia de las mayúsculas, ya que éstas no solo irrumpen en el corazón sino también en el intelecto.
Paula

6:27  

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