vacas
A la salida de una reunión profesional alguién me invita a dar un paseo. Se trata de una profesora de instituto, muy discreta, un susurro de elegancia en medio del tumulto. Parece dar esa impresión , tan judía, de estar mas cómoda cuanto menos resalte. Va y vine por los naturalistas ingleses, Mhaler, Borjes y sobre todo la jardineria sin un gramos de afectación, como si de una cuestión de buenos ultramarinos se tratase. ¿ Conoces la historia de la vaca ? , me dice. Te la contaré. Lo hace sin afectación. Sabe que cuenta bien y basta. Como Morante.
En un pais lejano el maestro y su discipulo realizan un último viaje para recorrer los sititos que han jalonado la transmisión del conocimiento. LLegan a una casa miserable alejada de una pequeña aldea. Son recibidos por pobres gentes al borde del hambre y la ruina. Fuera hay una vaca grande y lustrosa que pace bajo la atenta vigilancia de los habitantes de la choza: ¿ para que les sirve la vaca ? pregunta el discípulo. Nos da leche, nos alimenta; es lo que tenemos, contestan ellos. Al despedirse el maestro saca un gran cuchillo y deguella a la vaca. ¿ Porque hace esto pregunta despavorido el alumno?. El maestro calla y siguen el camino.
Cumplido el año y muerto el transmisor el joven discípulo recorre solo los lugares del último viaje. Al llegar a la aldea y en el sitio de la choza se encuentra un palacio. Los habitantes miserables son hoy alegres ciudadanos. ¿ Pero que ha pasado ? pregunta sorprendido. Muerta la vaca dimos en pensar que hacer para seguir viviendo. Tuvimos que imaginar y así sembramos trigo, tomates y .....
Conmovido mis pensamientos se van a la banca financiera, a la prima de riesgo, al dinero , a la garruleria de nuestros políticos capaces de confundir a la profesora con la vaca. Incapaces de distintinguir que ella no es la vaca sino la que cuenta el cuento.
¿ Vamos a consentir que agrdean a esta gente cultísima , entregada , decente y frágil que cuida de nuestros hijos y nos cuentan los cuentos ? ¿Van a dejar que ofendan a nuestros médicos de familia que cuidan de que el cuerpo nos vaya ofendiendo poco a poco, sin grandes sobresaltos ? . ¿ Vamos a permitir que la libertad siga vínculada al dinero ?
Cuando nos despedimos varios alumnos saludan a la flautista por la calle con un cariño sincero , entrañable. Mínimos ademanes que pone la carne de gallina.
Luce el sol de mayo después de un aguacero.
En un pais lejano el maestro y su discipulo realizan un último viaje para recorrer los sititos que han jalonado la transmisión del conocimiento. LLegan a una casa miserable alejada de una pequeña aldea. Son recibidos por pobres gentes al borde del hambre y la ruina. Fuera hay una vaca grande y lustrosa que pace bajo la atenta vigilancia de los habitantes de la choza: ¿ para que les sirve la vaca ? pregunta el discípulo. Nos da leche, nos alimenta; es lo que tenemos, contestan ellos. Al despedirse el maestro saca un gran cuchillo y deguella a la vaca. ¿ Porque hace esto pregunta despavorido el alumno?. El maestro calla y siguen el camino.
Cumplido el año y muerto el transmisor el joven discípulo recorre solo los lugares del último viaje. Al llegar a la aldea y en el sitio de la choza se encuentra un palacio. Los habitantes miserables son hoy alegres ciudadanos. ¿ Pero que ha pasado ? pregunta sorprendido. Muerta la vaca dimos en pensar que hacer para seguir viviendo. Tuvimos que imaginar y así sembramos trigo, tomates y .....
Conmovido mis pensamientos se van a la banca financiera, a la prima de riesgo, al dinero , a la garruleria de nuestros políticos capaces de confundir a la profesora con la vaca. Incapaces de distintinguir que ella no es la vaca sino la que cuenta el cuento.
¿ Vamos a consentir que agrdean a esta gente cultísima , entregada , decente y frágil que cuida de nuestros hijos y nos cuentan los cuentos ? ¿Van a dejar que ofendan a nuestros médicos de familia que cuidan de que el cuerpo nos vaya ofendiendo poco a poco, sin grandes sobresaltos ? . ¿ Vamos a permitir que la libertad siga vínculada al dinero ?
Cuando nos despedimos varios alumnos saludan a la flautista por la calle con un cariño sincero , entrañable. Mínimos ademanes que pone la carne de gallina.
Luce el sol de mayo después de un aguacero.
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