Quijote 1
Entro siempre a Cuenca por la carretra de Madrid bajando el puerto de Cabrejas muy despacio para sentir el temblor de ver la ciudad en alto tras una curva que la memoria ha ido señalando como un mojón en la antigua vía y ahora en la autopista. Luego el pinar de Jabaga, la avenida de la República Argentina y finalmente la calle Fermín Cballero que terminaba en la casa de la familia y en la fábrica de maderas que gerenciaba el abuelo. Dejo que el coche, saludo y me voy a la plaza. Hasta que no oigo el murmullo de alguna fuentecilla no me termino de encontrarme en mi elemento. El correr de las aguas moras hace que pueda atracar en puerto.
Con el Quijote , cada agosto , me sucedo algo parecido. Saco la vieja edición de Austral , releo la postal de Sua que me ha servido de marca durante más de 20 años, vuelvo a Astrana Marín para buscar algo que no termina de estar fijado y entro en èl de la mano de una música conocida, un ritmo tan familiar que me pone la carne de gallina, una luz manchega que invade mi habitación de lectura, un aire familiar, un recuerdo de aquel hombre tan ejemplar como heroico.
Pero son las palabras. Las palabras que funcionan en mi como el sonido del agua de la fuentecillas de Cuenca:
Malandanza, derrota, rimero.... ! Que vocablos, que fuerza , cuanta verdad, en un texto que va creciendo ante mis propios ojos. Levanto la cabeza y busco en mi interior de donde sale tanto gozo.
Las palabras , ya se sabe , tienen nostalgia del cuerpo.
Con el Quijote , cada agosto , me sucedo algo parecido. Saco la vieja edición de Austral , releo la postal de Sua que me ha servido de marca durante más de 20 años, vuelvo a Astrana Marín para buscar algo que no termina de estar fijado y entro en èl de la mano de una música conocida, un ritmo tan familiar que me pone la carne de gallina, una luz manchega que invade mi habitación de lectura, un aire familiar, un recuerdo de aquel hombre tan ejemplar como heroico.
Pero son las palabras. Las palabras que funcionan en mi como el sonido del agua de la fuentecillas de Cuenca:
Malandanza, derrota, rimero.... ! Que vocablos, que fuerza , cuanta verdad, en un texto que va creciendo ante mis propios ojos. Levanto la cabeza y busco en mi interior de donde sale tanto gozo.
Las palabras , ya se sabe , tienen nostalgia del cuerpo.
2 Comments:
Los sentimientos,las actitudes, las maneras de ser y el buen hacer se forjan siempre en nuestros lugares.
Cada camino, cada barranco, cada monte, cada árbol y cada río nos sorprendieron en su día y, después, los hacemos ya nuestros.
Los sentimientos,las actitudes, las maneras de ser y el buen hacer se forjan siempre en nuestros lugares.
Cada camino, cada barranco, cada monte, cada árbol y cada río nos sorprendieron en su día y, después, los hacemos ya nuestros.
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