bondad
Fin de semana con mucho barullo de lecturas. Her terminado en novela de Jhon Irving con un titulo relacionado con el circo. Una novela de madurez bien interesante para sacarle las tripas como a los viejo juguetes de la infancia. Unas memorias legendarias de Marcos Ana sobre las cárceles españolas de postguerra que apenas dejan un minuto para el aliento y las últimas reflexiones de Tony Judt, inmóvil desde el lecho donde le alcanzó la muerte.
Esto último es punto y aparte. Hay un capítulo sobre las austeridad, otro sobre los trenes y otro sobre las palabras que tiene tal pellizo que pareciera que estuviera cantando Camarón sobre el amanecer del Puerto. Hay tanta verdad, tanto gusto por la verdad, por la forma de decirla, que uno se estermece pensando en la fraternidad con los grandes, con los que uno hecha de menos simplemente su presencia.
¿ Que diferencia a los buenos autores de los grandes, de los impresdicindibles ? He llegado a la conclusión que la bondad. Esa manera de mirar el mundo desde la atalaya originaria, desde el punto de vista de los niños y de los animales. esa facultad que inyectada en el texto nos hace mejores conmovidos por el movimiento de la tierra sobre el oceano de la vida.
Uno lee a los autores listos ( los otros nunca, ya no se tiene edad para hacer el hostia ), a los polémicos, a los duros y cuando cierra los volumenes tiene la intución que se ha despedido de ellos para siempre. No dejan nada. Si acaso la inquietud de haber fallado un gol a puerta vacía.
Con los grandes sucede que la bondad los deposita a nuestros pies como la concha en la playa de los sueños. Cuando uno sale de sus libros el alma ya los ha hecho nuestros. Son inmortales, el sueño de tantos otros. Lean estas líenas finales de Judty con el corazón de la bondad. Con sus gafas de aumento:
" Sigo mirando con desprecio el lenguaje confuso. Cuando ya no soy libre para ejercerlo yo mismo, aprecio lo vital que es la comunicación para el bien común: no solamente el medio mediante el cúal vivimos juntos , sino parte de lo que significa vivir juntos. La riqueza de las palabras en la me crié era un espacio público por derecho propio; y de espacios públicos adecuadamente conservados es de lo que carecemos hoy . Si las palabaras se deteriroran , ¿ que las sustituirá ?. Son todo lo que tenemos".
¿ Que sería de nosotros sin los hombres buenos ?
Esto último es punto y aparte. Hay un capítulo sobre las austeridad, otro sobre los trenes y otro sobre las palabras que tiene tal pellizo que pareciera que estuviera cantando Camarón sobre el amanecer del Puerto. Hay tanta verdad, tanto gusto por la verdad, por la forma de decirla, que uno se estermece pensando en la fraternidad con los grandes, con los que uno hecha de menos simplemente su presencia.
¿ Que diferencia a los buenos autores de los grandes, de los impresdicindibles ? He llegado a la conclusión que la bondad. Esa manera de mirar el mundo desde la atalaya originaria, desde el punto de vista de los niños y de los animales. esa facultad que inyectada en el texto nos hace mejores conmovidos por el movimiento de la tierra sobre el oceano de la vida.
Uno lee a los autores listos ( los otros nunca, ya no se tiene edad para hacer el hostia ), a los polémicos, a los duros y cuando cierra los volumenes tiene la intución que se ha despedido de ellos para siempre. No dejan nada. Si acaso la inquietud de haber fallado un gol a puerta vacía.
Con los grandes sucede que la bondad los deposita a nuestros pies como la concha en la playa de los sueños. Cuando uno sale de sus libros el alma ya los ha hecho nuestros. Son inmortales, el sueño de tantos otros. Lean estas líenas finales de Judty con el corazón de la bondad. Con sus gafas de aumento:
" Sigo mirando con desprecio el lenguaje confuso. Cuando ya no soy libre para ejercerlo yo mismo, aprecio lo vital que es la comunicación para el bien común: no solamente el medio mediante el cúal vivimos juntos , sino parte de lo que significa vivir juntos. La riqueza de las palabras en la me crié era un espacio público por derecho propio; y de espacios públicos adecuadamente conservados es de lo que carecemos hoy . Si las palabaras se deteriroran , ¿ que las sustituirá ?. Son todo lo que tenemos".
¿ Que sería de nosotros sin los hombres buenos ?
1 Comments:
Lo bueno de no saber casi de nada es la oportunidad de tropezar descubrimientos felices como el libro de Marcos Ana, un autor del que nunca había oído hablar, burro de mí... por eso cuando asistí a una charla suya hace un tiempo, y descubrí sus memorias (éstas que cita el editor) me sentí como el niño que abre un regalo...
Mi corazón es patio...
L.Q.
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