Diario de un editor

31 diciembre 2012

INDICIOS

En un recodo del paseo, en un almendro viejo, me topo con uno de los primeros brotes de lo que viene. Son unas yemas minúsculas, blancas de azahar, todavía no aptas para el tacto. Han salido estos días tan tibios y luego han tenido que resistir la sorpresa de las heladas tan imprevistas para ellos, tan brutales. Sobre cada una de las yemas hay una gota de agua, gotas frágiles, como si se fueran a caer de un momento a otro. Pero están ahí, resisten y forman unas diminutas composiciones bellísimas en medio del paisaje del invierno. Son indicios.
Afortunadamente la vida en el campo está llena de indcios. Los brotes nos hablan de un febrero que está a la vuelta de la esquina con sus tres o cuatro días en mangas de camisa, sorprendidos ante la fuerza de la vida. Luego florecerán los almendros y parecerá como si de una nieve de juguete se tratase. Vendrá después abril, el mes de Sevila, el mes que yo más quiero. Abril cargado de pequeños regalos, de promesas íntimas y flores diminutas; las flores de las cunetas. Las cunetas, los márgenes como territorios preferidos de la vida, siempre tan provisional, tan auténtica.
Se acaba el año. Se sabe que en cada muerte suele haber un nacimiento. Nada más cruel y verdadero. Tenerle miedo a la verdad, cambiar de acera cuando nos la cruzamos es como querer cambiar de camarote en el Titánic. Ya se ha dicho.
Que el destino les sonría. Si no, háganle frente, peleen con él hasta que les muestre los indicios de vida que lleva ocultos en el saco.

23 diciembre 2012

Cambio de estación.

Noche joven cayendo sobre un monasterio trapense cercano a la pequeña ciudad. Cuando llego un par de monjes pasean todavía por el jardin exterior al cierre de sus tareas agrícolas. Me sumo bordeando un sendero hasta el minúsculo cementerio de la comunidad. Suena el campanario y da las horas.
Dentro de la iglesia silencio de siglos, rumor de pasos contenidos. Un par de viejas bombillas ayudan a encontrar acomodo.
"Guárdanos Señor como a las niñas de tus ojos", cantan y el Abad hace resonar la frase que les convoca:
"Que el Señor nos conceda una noche tranquila y una muerte Santa".
Amén, responde el claustro. Se hace una oscuridad total hasta que del cirio se alumbran dos o tres lucecitas sobre el altar mayor. Cantan su salve. El alma se estremece. Caundo salgo ya es invierno. He cumplido con uno de mis ritos preferidos. Pasar de una estación a otra de la mano de su silencio austero, de su manera de entender el tiempo.
Por la mañana de la loteria reina un tiempo tibio, mantequilla de Soria para el paseo. Cuatro tordos se posan sobre un pequeño árbol desnudo. Hay un marrón profundo sobre las tierras recién labradas. Más adelante otro marrón esta vez cámel. Los canales de riego que atraviesan el pinar vienen sin agua y dejan ver su profundidad y sus entresijos. Me paro a coger unas piñas para ultimar los adornos navideños. El sol va calentando la espalda como si de un milagro se tratara. Noto que sudo por la espalda y me sonrío.
Para comer huevos fritos con jamón en casa de unos amigos y un turrón estupendo con el color del campo.
Los pequeños placeres del adulto. Feliz Navidad a todo el mundo.

17 diciembre 2012

linajes

" Por aquellos días salió un decreto de César Augusto para que se empadronase todo el mundo. Todos iban a empadronarse , cada uno a su lugar. También José, por ser descendiente de David, fue desde la ciudad de Nazaret de Galilea a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, para empadronarse con María, su mujer, que estaba encinta".
Lucas , el envagelista médico, autor de este relato fue, además, el único que habló de la infancia de Jesús:
" Jesús crecía en sabiduria, en estatura y en gracia delante de Dios y de los hombres ", pocos espectáculos como ver crecer mientras llueve por fuera de la ventanas.
Aquí, sin embargo, Lucas no habla del crecimiento si no del linaje. Dios tenía linaje. Pudo haber decidido no tenerlo pero entendió que el hecho fundacional de cualquier hombre es su linaje. Una bóveda que forman los que ya han sido y que nos da cobijo frente a las inclemencias. Bisabuelos, abuelos, padres e hijos, consanguíneos o de afinidad, que soportan lo que somos, que nos enseñan a andar, a sujetarnos, a salir corrieno en busca de la vida. " Salió sin saber dónde iba ", pocos microrelatos sobre la fé y la confianza como el que contiene esta vieja frase, también bíblica.
Por eso nada más sucio , más tragico, más contranatura, que los envíos genéticos que portan la muerte y la desesperanza. Entonces " todo se empoza, como charco de culpa, en la mirada", dijo una vez César Vallejo. Nada más ruín que delatar la cansada mirada del otro. Del que no ha tenido más remedio que abandonar la mirada del niño y ver.
Estos son días de celebración y de linaje. En buena medida yo creo que se celebra la pertenecia a un linaje; el de los hombres. Una extraña fraternidad pisoteada y vejada con la crueldad de los conversos.
Cuanta más endogamia, menos linaje.

10 diciembre 2012

derecho de expresión

El derecho de expresión se encuentra regulado y especialmente protegido en la Constitución de 1978. Voy a dejarme de pormenores aunque , la verdad , me encantan. Tiene , sin embargo , una deriva muy pobre que ha tendido hacia la protección equívoca de expresiones vergonzantes en programas infórmativos de los que no terminaremos nunca de abochornarnos. Tiene , además , un segundo asunto escondido que no es el de expresar lo que se quiera, sino el de poder formar el contenido de lo que se quiere expresar ( hacerse una idea , literalmente ) y la obligación de los elegidos ( universitarios, basicamente ) de lograr expresar cualquier idea ante los otros, sobre todo si resulta solicitada por los más desfavorecidos intelectualmente. Nada más pensoso que asistir en un transporte público a la inútil pelea de un joven intentando explicar a otro una peli. Algo que no hace tanto tiempo era prácticamente deporte nacional.
Ahora, en cualquier tiempo y lugar, asistimos a la barbarie de un hombre explicando a el porque de nuestra defícil situación social en clave de culpabilizar al otro. El jefe, los compañeros , el sindicato o el Presidente o ex- presidente del Gobierno tienen la culpa de lo que nos está pasando: ellos tienen la culpa de lo que no  e pasa a nosotros. Un clásico. Otras veces en la fruteria o en los grandes almacenes, en las familias o en los bares, hay que asistir firmes a las disertaciones económicas : prima de riesgo, mercados , ibex 35 , etc. No gana uno para verlo todo.
Verán , en el jercicio de mi libertad  expresión , y conscinetemente en representación de la de otros, formulo la siguiente hipótesis :
Aquí no hay ninguna crisis y mucho menos económica. Se trata de un ataque frontal contra la democracia y su más feliz expresión, la del estado social, palnificada minuciosamente por el mundo del dinero que no es otro que la suma de las fortunas de no mas de 400 o 500 personas en el mundo con nombres , apellidos , DNI y direcciones que los economistas verdaderos, no los lacayos de ellos , tienen obligaciós de desenmascarar, para poner rostro a lo que nos está ahogando. No hay otra salida que las confrontación y la calle. No convienen olvidar que este es un pueblo que siempre ha sabido elegir el día que hay que tirarse a la calle. Desde mi humilde punto de vista, tomemos la palabra, tomemos las ciudades, sus parques y jardines, sus bibliotecas y museos, retomemos la paz de nosotros mismos y no regalemos el perdón ni la cercanía a los zafios hasta que hallan devuelto hasta el último duro. Y que aprendan formas, desde luego.

03 diciembre 2012

animales

Trabajo desde hace meses en un libro que pretende presentar la ciudad como un arma frente a la crisis. Se trata de una entrevista en profundidad con un político de altura alejado ya de los navajazos de la primera línea. En un momento de la conversación última me dijo :
"Los políticos necesitan de la piedad, de la ternura y de la compasición para poder leer en la realidad de este momento."
Piedad , compasión, ternura para captar el sufimiento de las víctimas, que , como siempre, apenas conocían a sus verdugos. Víctimas de una situación esquizofrénica y por tanto desgarradora de los tejidos más íntimos del ser. El problema está  en que la piedad, la compasión y la ternura hace tiempo que ni siquiera figuran en el catálogo de nuestros valores al uso. Casi, diría yo, no interesan ni como conceptos de antícuario.
Por alguna razón que se me escapa cuando pienso en la piedad, en la compasión o en la ternura pienso inmeditamente en los animales que me son más cercanos. Son ellos, instalados en su humilde certeza biológica, tan carentes de dudas y , por tanto, de culpa, los que logran provocar en mí esos sentimientos que se están volviendo, por momentos,  necesarios para nuestra mera supervivencia. Me resulta muy difícil imaginar una idiotez mayor que la que ha dicho el papa sobre el buey, la mula y los otros animales del nacimiento navideño. Un señor tan propio con la teoria del estado y el pensamiento fuerte mira por cuanto parece carecer de sensibilidad para el análisis. Ya se ha dicho: fue morir Jesucristo y aparecer la Iglesia.
Rilke en sus " Cartas a un joven poeta " , citadas aquí insistía hace poco, a su discípulo que en tiempos de dolor y desesperanza girara la vista hacia las cosas . Hacía el universos secreto en el que viven las cosas. Yo diría los mismso sobre los animales.
Nunca he terminado de fiarme de los que dice sentir miedo de los perros, por ejemplo. Salvo excepciones terminan por ser gente que tiene miedo  todo. ! Dios nos libre de ellos !. Hacen más daño que un viento huracanado.
Mi amiga Amparo Colvée ha decidido llenar de animales su nacimiento de este año. Me lo dice en un delicioso correo que desde aquí le pido que comparta con ustedes. Yo me apunto.